Momento friki en la Fnac

Hace un par de días pasábamos una relativamente tranquila tarde, detrás del mostrador haciendo nuestras etiquetas, repos… cuando veo que unas niñas de unos 18 añitos más o menos, bastante ruidosas ellas, se acercan a los iPads. Nada raro, todo el mundo va a los iPads, tenemos 4 expuestos y desde las 10.00 que abrimos hasta las 21.30 que cerramos parece un recreo, siempre lleno de enanos jugando. A veces llega a dar un poco de asco, la tienda vacía y los iPads llenos de gente. Los compañeros de seguridad están un poco hartos de hacer de niñeras.

Estas chicas no llamaron demasiado mi atención, hasta que de repente empiezo a escuchar a todo volumen… ¡el Hare Hare Yukai! Empezaron a dar grititos y a medio bailarlo delante de los iPads.

Intentando contener las risas detrás del mostrador sigo a lo mío, pero tengo que darme un poco la vuelta para descargar cuando el ending de Haruhi se detiene y empieza a sonar… ¡el opening de Lucky Star!

Yo ya me partía de risa por dentro mientras iba trabajando, y para rematar seguía las canciones dando golpecitos en la mesa con la mano, sobre todo la de Lucky Star que la tiene Mabel de melodía en el móvil. Lo de Haruhi lo puedo entender, es una serie a estas alturas famosísima que la conoce prácticamente todo el que esté metido en el mundillo, pero Lucky Star es otra cosa. Debe ser la serie de anime con la que más me he reído en mi vida, pero es porque hace parodia y burla a cientos (literalmente cientos) de otras series de anime, así que si no llevas en el mundillo mucho, mucho tiempo, Lucky Star es una serie que ni te va ni te viene, así que sorprende bastante ver a “crías” como las de aquella tarde aficionadas a esta serie.

Al rato llega Antonio al mostrador y suelta: “Si me salen hijas así, me suicido”