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sábado, 10 de diciembre de 2011

A media tarde

En pasadas escapadas a Francia siempre nos ha sabido fatal (y nunca hemos llegado a comprender) que los comercios se cerrasen tan pronto. No alcanzo a recodar exactamente las horas de apertura, pero por poner un ejemplo: En comparación con la Fnac en la que trabajo, que abre sus puertas a las 10 de la mañana y las cierra a las 21.30 (22 en Navidad), la Fnac que encontramos en Pau abría a una hora parecida si no era la misma, pero cerraba a las 19 horas. Ya una vez nos dieron con la puerta en las narices cuando veníamos a echar una ojeada en lo que a nosotros nos parecía "media tarde", y en general otras veces lo que ocurre es que estás disfrutando de tu viaje y a media tarde ves como el lugar empieza a morir.


En nuestra escapada este Martes se juntó eso y las fechas actuales, en las que a las 6 de la tarde ya era de noche. Vale que anochezca antes, pero estaba siendo exagerado, a duras penas habíamos terminado de hacer la digestión. Llegamos a la conclusión de que fue una tarde como aquella, en fechas navideñas, cuando se decidieron por primera vez las horas de cierre de los negocios en Francia, y que cuando llegó el verano y a las 22 horas aún era de día, los muy vagos no quisieron trabajar más y siguieron cerrando a media tarde.


Casi 3 horas después de que cierren, aquí en España seguimos currando. Te paras a pensar y caes en la cuenta de un par de cosas. Te has quedado, a media tarde, en medio de tu viaje en un lugar cuyos negocios empiezan a cerrar uno a uno con rapidez y poco a poco la vida a tu alrededor empieza a desaparecer, y te estás quejando de que cierren tan pronto cuando tu aún estarías trabajando. Sinceramente, el problema lo tenemos aquí, que cuando salimos de trabajar, llegamos a casa y pasada la cena en familia tenemos algo así como una hora de relax, si llega, en caso de que queramos dormir las horas suficientes para nuestro cuerpo. Cada vez que voy a Francia veo un montón de detalles a envidiar, también cosas que no me gustan, pero en general el sentimiento es que allí están haciendo las cosas mejor. En este caso, tras meditarlo, la opinión va a ser la misma. Incluso una persona que trabaje de partido, mañana y tarde, llega a casa por la tarde después del trabajo y tiene tiempo para vivir. No tengo datos suficientes, pero al menos comparando las horas de apertura y cierre de los comercios, aunque trabajasen de partido pueden levantarse a la misma hora que yo, y por tanto acostarse también a la misma hora, pero disfrutarán más de su vida familiar.

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