Llevo varios días viendo por las mañanas, antes de ir a clase durante 10 minutos, pequeñas porciones de capítulos de esta antigua y famosa serie.
No salgo de mi asombro. Los argumentos, la inventiva (o los alucinógenos) de los creadores me engancha como un tonto a la tele en esos cortos 10 minutos. Cada serie suele tener una edad adecuada para disfrutarla, para entenderla o saber ver lo que esconde. Me pregunto si mis 24 años son esa edad para esta serie. Hace muchos años, cuando de niño la veía ocasionalmente, me gustaba, pero tampoco era una serie que estuviese esperando ver cada día. Ahora cada vez que la veo por las mañanas pienso: “Qué grande es esta serie”.
A ver si esta noche la encuentro por algún lado y puedo añadirla a mi colección.
Por cierto, que ya me he informado, esta es Pipi crecidita:
No esta, como algunas referencias internautas aseguran:
¿Sirve la excusa para exponer a esta belleza pelirroja en el blog?
Lo verdaderamente odioso son los amigos de Pipi.
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